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Cadena de hoteles Renaissance, del grupo Marriott, alista su llegada a Chile

14/05/2012

Fuente: El Mercurio

Santiago, Chile. 14 mayo, 2012. En medio de la abultada cartera de proyectos hoteleros que se preparan para Santiago, una nueva cadena alista su llegada al país. Se trata de Renaissance, una de las marcas del grupo Marriott International, que hasta ahora sólo cuenta con dos complejos en toda Sudamérica: uno en Caracas (Venezuela) y otro en Sao Paulo (Brasil).

Su arribo a Santiago es obra de Altamira Grupo Inmobiliario, uno de cuyos socios -y gerente general- es el hispano avecindado en Chile hace 18 años Julio Salvador Carrillo.

Desde su arribo a Chile, en 1992, este conglomerado ha desarrollado varias inversiones en el país, pero siempre en el ámbito habitacional orientado a un segmento de ingresos medio-alto. Bajo la marca VillaMagna, ha levantado proyectos de edificios en varias comunas, como Providencia, Vitacura y Las Condes. Ahora ésta será su primera apuesta en el ámbito hotelero, tras un acuerdo que sólo contempla este único complejo Renaissance en Chile.

El proyecto, que les significa una inversión de unos US$ 40 millones -incluidos los terrenos-, está previsto para operar en el tercer trimestre de 2013. Con 181 habitaciones en 16 pisos, el nuevo Renaissance será un complejo cinco estrellas, muy enfocado en el diseño, y orientado al público ejecutivo y corporativo.

La iniciativa se ubicará en avenida Kennedy en su vereda norte, al lado del actual Hotel Kennedy, y frente al Hyatt. Se emplaza justamente en una zona donde han proliferado gran cantidad de complejos hoteleros (Marriott, Boulevard Sui, todos en la misma avenida).

Sin embargo, esta cantidad de oferta no amilanó a los gestores. Julio Salvador explica que para su ejecución encargaron un estudio de mercado a una empresa externa -la consultora Protel-, la que midió la demanda proyectada de acuerdo con el ciclo económico. Y aunque se reserva los números, explica que éstos arrojaron la existencia de un déficit de camas y habitaciones, pensando en el turismo corporativo y también vacacional que se proyecta para Santiago.

“Hay déficit de camas de hotel y todavía permanece”, dice Julio Salvador.

El paño donde se desarrolla el proyecto, el grupo Altamira lo había adquirido en 2010 al grupo Transoceánica (ligado al empresario Cristoph Schiess), cuando allí existían casas, hoy demolidas. Y de esa época ya existía un anteproyecto que contemplaba también un edificio de oficinas. Los actuales gestores mantuvieron esta parte del proyecto y aledaño al complejo hotelero levantarán un segundo edificio destinado a dicho fin.