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Cruzat estiró la cuerda y la rompió

24/04/2012

  • A punto de perder Curauma y golpeado por Falabella, esta crisis será la última de un empresario de mente brillante que piensa demasiado en grande con recursos demasiado reducidos.

Fuente: El Mostrador

Manuel Cruzat.

Santiago, Chile. 24 abril, 2012. Irónicamente, el mercado asocia a Manuel Cruzat con la escultura que él instaló frente a su edificio institucional y que ya no le pertenece: una bicicleta. Igualmente irónico es el nombre que escogió para su holding: Capitales.

Dueño de una mente brillante y visionaria que nadie discute, considerado el mejor alumno en la historia del San Ignacio y en Economía de la UC, Cruzat terminó por agotar su fórmula. Proyectos gigantescos, a largo plazo, que no cuentan con recursos para ser desarrollados. Y cuya valorización sus pares y los bancos no entienden, porque no están en la cabeza de Cruzat.

Hace siete años él daba como un hecho que las autoridades de Valparaíso cambiarían el Plano Regulador y que, de esa manera, el Fundo Las Cenizas —1.412 hectáreas a la entrada del Gran Valparaíso— pasaría de zona agrícola a residencial. Cifraba el permiso para el segundo semestre de 2007 según la memoria de Capitales en 2006, lo que terminó ocurriendo el pasado 12 de abril. Y fue demasiado tarde. La suerte no lo acompañó: “debía votarse en enero, pero los miembros del Core se fueron de vacaciones y se votó en abril”, dice una fuente ligada al proyecto.

Fue, justamente, por desacuerdos en el valor de los terrenos de Las Cenizas que la auditoría BDO no se pronunció acerca del balance de Curauma y la Superintendencia de Valores suspendió sus transacciones. BDO le asignó un valor de $ 41.000 millones y su dueño, $ 91.000 millones.

Al final, Cruzat aceptó la tasación de BDO y el balance se entregó a la SVS y Curauma volvió a la rueda, pero el viernes pasado la bolsa la suspendió nuevamente luego de perder un tercio de su valor en la primera hora de transacciones.

Capitales sigue con sus transacciones suspendidas, al menos, hasta hoy. Esta sociedad controla la corredora CB, impedida de operar por siete meses por no cumplir con los índices de liquidez y solvencia. Fue acusada por la SVS de haber entregado información falsa, ya que los depósitos declarados por $1.000 millones no estaban en la empresa.

Miscuentas.com, el primer portal de pagos en línea, otra filial de Capitales, fue denunciada por CMR Falabella el viernes pasado por apropiación indebida de US$ 40 millones que sus clientes pagaron, pero que la multitienda no recibió. Miscuentas aclaró que esas deudas habían sido informadas a Falabella. Existe una versión que asegura que “desde hace un mes Cruzat venía negociando y la respuesta fue que se quedara tranquilo, porque él dijo que respondería por el total de la suma con sus activos”.

Su interlocutor habría sido un conocido suyo: Sergio Cardone Solari (director de Falabella y primo de Juan Cúneo, uno de los socios principales), quien trabajó en el departamento de estudios de Forestal, el mayor semillero de ejecutivos y empresarios que haya existido en la historia empresarial. Por allí pasaron Francisco Pérez Mackenna (Quiñenco), Juan Bilbao y Patricio Parodi (Consorcio), Alejandro Pérez (Universidad San Sebastián y ex brazo derecho de Angelini), Sebastián Piñera, Carlos Alberto Délano (Penta) y el canciller Alfredo Moreno por nombrar a algunos.

Según esta versión ese mismo viernes, antes que Falabella enviara el hecho esencial a la SVS, Cruzat habría conversado telefónicamente con Juan Cúneo. Por esa razón, la noticia lo sorprendió y afectó de sobremanera. No está claro qué cambió el curso de los hechos. Si hubo una reunión extraordinaria de directorio —integrado por Cúneo, Carlo Solari, Edmundo Hermosilla, Jorge Díaz Fernández y Francisco Torres Larraín— y algunos miembros no estuvieron de acuerdo con la espera y decidieron hacer pública la situación.

Curauma

Cruzat está en proceso de venta de su único activo, Curauma, que además de Las Cenizas incluye las 700 hectáreas que aún posee en el fundo La Luz. Este proyecto que opera bajo el nombre de Curauma ha sido exitoso: ocho inmobiliarias compraron 1.000 hectáreas y están construyendo casas y además se instalaron tres supermercados, cuatro colegios, farmacias y un campus de la Católica de Valparaíso.

El empresario fue un actor de primera línea en el negocio inmobiliario. A comienzos de los 70 compró grandes paños en Huechuraba, Quilicura, Peñalolén, La Florida y La Reina alta. Fue dueño de El Huinganal en La Dehesa. Y, a través de CB Inmobiliaria, del proyecto Ilimay en Las Cruces, de Las Tacas, del 50% de Aconcagua (una de las que compró terrenos en Curauma), de Bahía Coique —una parte la compró Sebastián Piñera, otra José Antonio Garcés (Consorcio y Andina)— y de proyectos en Arica y Lima.

Todo salió de sus manos. Hoy acumula un voluminoso nivel de compromisos por saldar. Curauma le debe US$ 32 millones a Euroamérica (de un total de US$ 86 millones) por una operación de leasing de Las Cenizas; US$ 20 millones a la Tesorería General de la República de la época de la venta de la Isapre y Seguros Cruz Blanca a Juan Hurtado; US$ 18 millones a los bancos BCI, Santander, Chile y BBVA. En total, US$ 70 millones, de los cuales hay que descontar US$ 8 millones que adeuda Genesee & Wyoming —originalmente eran US$15 millones, pero se transó— por la compra de un paquete de acciones de una empresa ferroviaria de Cruzat.

Capitales tiene comprometidos US$ 40 millones con CMR Falabella. En total, son US$ 102 millones. Aunque se calcula que la cifra no está completa, porque como los bancos le cerraron las puertas Cruzat recurrió a empresas de factoring, entre ellas, la del BCI y Penta, y a prestamistas con tasas de entre 8 y 12% anual. Por lo mismo, no se sabe cuánto suman esos otros compromisos. Hay quienes estiman que podrían agregar otros US$ 100 millones a los pasivos oficiales.

Cruzat se desprenderá de la participación completa de Curauma: un 77,8%. El viernes hubo intensas negociaciones con un grupo compuesto por Juan Hurtado, Consorcio (Hurtado, Eduardo Fernández León y José Antonio Garcés), y Fernando Larraín Peña, cuñado y ex socio de Cruzat en el desaparecido grupo Cruzat Larraín, que llegó a controlar el 5% del PIB.

No llegaron a puerto. Más apremiado que nunca en su historia debe lograr el mejor precio para pagar pasivos. Cruzat sabe cuánto valen sus activos, pero en su actual posición no puede muñequear. Juan Hurtado pagó US$ 62 millones por el 51% de la CB Previsión y Seguros (Isapre y Seguros Cruz Blanca) y asumió US$ 55 millones de pasivos. Un año y medio después vendió el paquete en US$ 200 millones, el valor que le había asignado Cruzat.

Al 31 de diciembre de 2011 el patrimonio de Curauma era de US$ 231 millones. Restando los pasivos de esa sociedad, a su todavía dueño le quedan US$ 126 millones. ¿Cuánto le van a pagar? Menos de la mitad, probablemente.