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Vaca Muerta, el valioso tesoro de Repsol que explicaría la expropiación

19/04/2012

  • La gran apuesta de crudo y gas de Repsol podría aumentar casi en 12 veces las reservas probadas en Argentina.
Fuente: El Mercurio

Santiago, Chile. 19 abril, 2012. “Estamos muy felices con el hallazgo”, dijo Cristina Fernández en noviembre de 2011, días después de que la española Repsol anunciara el mayor descubrimiento de petróleo de su historia. Se trata de Vaca Muerta, un cuantioso yacimiento de petróleo y gas ubicado en la Provincia argentina de Neuquén. El más importante en la historia de la firma española.

El día del anuncio, el 7 de noviembre, la acción de la empresa hispana saltó 6% y el futuro parecía brillante para la compañía.

Cinco meses y diez días después, la mandataria trasandina estaba aún más contenta. Orgullosa, anunciaba la expropiación del 51% de la propiedad de YPF. Y con ello, de paso, el gobierno tomaba control de una de las últimas perlas de la industria petrolera a nivel mundial.

Precisamente esa jugada es la que los medios españoles y Repsol atribuyen como la motivación más fuerte detrás de la decisión del Estado trasandino de quedarse con YPF.

Un cambio en el escenario energético

El impacto de Vaca Muerta era fuerte. Su descubrimiento situaba a Argentina como el tercer país más importante en el mundo en reservas de hidrocarburos no convencionales, que son el futuro de la industria.

Las primeras perforaciones de 15 pozos entregaban una proyección de reservas por 927 millones de barriles de petróleo. El equivalente a todas las reservas que tiene YPF por estos días. Pero el 8 de febrero pasado Repsol sorprendió a todos al entregar un nuevo cálculo de las reservas estimadas del yacimiento.

Según la consultora internacional Ryder Scott, Vaca Muerta se extendía por 30.000 kilómetros cuadrados y su potencial superaba largamente las estimaciones iniciales, pues llegaban a 23.000 millones de barriles equivalentes de petróleo, de los cuales cerca de 13.000 millones pertenecen al área que tiene concesionada YPF en ese sector.

Todo un acontecimiento para un país que el año pasado terminó con un déficit en sus cuentas comerciales energéticas cercano a US$ 3.000 millones, después de haber sido, por largo tiempo, un exportador neto de energía.

Repsol calculó en ese entonces que el desarrollo de una décima parte del área perteneciente a YPF podría elevar en un 50% la producción anual de petróleo argentino. Sin contar el gas que se podría extraer, que satisface cerca del 40% del consumo energético trasandino.

La inversión necesaria

Al ser reservas no convencionales de difícil acceso, el problema que tendría Argentina ahora -una vez que tome el control de YPF- sería cómo ejecutar las inversiones que se requieren para explotar a futuro estas reservas.

Ahí es donde los medios españoles han dado un rol a las empresas chinas. Sinopec y CNOOC -que ya tiene presencia en Argentina a través de Pan American Energy- ya han hecho ofertas por YPF. Pero dada las buenas relaciones de ese país con Argentina, en torno a la soya, la posibilidad de una asociación con el nuevo controlador nuevamente sale al tapete.