El mercado ofrece soluciones más eficientes y menos contaminantes

• No hay una única recomendación sobre qué tipo de equipos utilizar, todo depende del uso y la demanda, tanto de agua sanitaria como de calefacción.

Fuente: El Mercurio

Una ducha calientita y un hogar confortable, sin que la cuenta del gas o la electricidad se dispare, es el sueño de cualquiera. Especialmente cuando nos aprontamos a comenzar la época invernal. Y mejor aún, si la temporada transcurre sin percances de ningún tipo.

A propósito de esto último, Luis Ávila, superintendente de Electricidad y Combustible, hace hincapié en que: “Nuestro primer llamado a la ciudadanía es a comprar solo productos de calefacción y calentadores de agua en el comercio establecido, y que tengan el Sello SEC”. Este implica que los artefactos han superado pruebas de seguridad.

Dentro de este mismo ámbito, uno de los temas que comienzan a tomar fuerza es la certificación de los técnicos y de las instalaciones, porque para qué decir una cosa por otra, por muy modernos que sean los equipos, si están mal instalados, habrá problemas.

“Para un correcto funcionamiento, es necesaria la participación de un servicio técnico autorizado para que pueda evaluar la factibilidad de la instalación”, apunta Cristián Flores, de Junkers.

En este sentido, es importante la iniciativa de la Cámara Chilena de Refrigeración y Climatización que puso en marcha en 2014 un centro para certificar las competencias laborales de quienes se desempeñan en el sector. “Es un proyecto de largo plazo lograr la certificación en el sector”, dice su presidente Alejandro Requesens.

CÓMO ELEGIR
En el mercado, hoy si hablamos de calentadores de agua para el hogar, los calefones siguen liderando como los equipos más vendidos. “Los calefones siguen siendo la solución ideal para cuando los usuarios requieran agua caliente instantánea, es decir cuando no necesitan usar el formato de acumulación. Y también para un máximo dos puntos de consumo, dependiendo del litraje”, señala Cristián Flores.

Hoy el mercado ofrece desde los tradicionales calefones ionizados que se encienden tan solo con abrir la llave del agua caliente hasta modelos muy sofisticados que incluyen un display digital en el cual el usuario puede controlar de manera digital la temperatura y generar ahorros en agua y gas, explica.

También se suman otras opciones si las necesidades son mayores. “La solución de bomba de calor, que integra un acumulador de agua caliente sanitaria (ACS) y una resistencia eléctrica de apoyo (además de la posibilidad de conectarse a paneles solares), representa la alternativa más eficiente hoy día en términos de ahorro energético para vivienda o industria, pudiendo incluso reemplazar los termos eléctricos tradicionales de muy bajo rendimiento”, señala Andrés Baeza, de Anwo.

En todo caso, según los especialistas, no existe “la” mejor solución o recomendación para elegir un determinado equipo para calentar agua, sino la más “adecuada” según las necesidades del usuario o el lugar de instalación. Esto es, va a depender principalmente de factores como cuánta es la demanda y simultaneidad de agua caliente sanitaria (ACS) que se requiere abastecer, cuál es la energía disponible más económica y cuánto se está dispuesto a invertir en tecnología más eficiente.

TAMBIÉN CALEFACCIÓN CENTRAL
En cuanto a una caldera mural mixta, este equipo permite suministrar calefacción central y agua caliente sanitaria en una sola unidad compacta y de alta eficiencia. Además a este tipo de sistema se le puede integrar depósitos de acumulación solar que permiten entregar un 100% de ACS en temporada de verano solo con la luz del sol.

En el caso de viviendas con calefacción central y que requieran una mayor producción de ACS se puede instalar un calefón adicional y aprovechar las nuevas tecnologías que permiten conectarlo en cascada con la caldera. Esto es, que dependiendo del consumo de ACS, van entrando en funcionamiento secuencialmente con ventajas significativas en cuanto a eficiencia ya que se adaptan a los requerimientos en forma automática, según sea la demanda. En caso de mantención o fallo permite disponer del segundo de respaldo.

Los sistemas más usados son los radiadores y la losa radiante. ¿Cuál elegir? Depende. Puede ser uno u otro o la combinación de ambos. Si se requiere una calefacción rápida y por un tiempo acotado lo más recomendable es por radiadores, ya que por su baja inercia térmica se adaptan muy bien a los cambios fuertes de temperatura. Pero si se necesita una calefacción más permanente y se quiere aprovechar al máximo las nuevas tecnologías, se puede optar por las calderas de condensación, que permiten operar a muy baja temperatura.

Ahora bien, si se trata de un edificio, “el sistema más recomendado desde el punto de vista energético y de costo es el de acumulación, a través de una central térmica de calderas de condensación en cascada”, señala Andrés Baeza.

En este sistema el agua, una vez calentada, es almacenada, para su uso posterior, en un depósito de acero inoxidable, vitrificado o teflonado y bien aislados. Estos sistemas centralizados y de trabajo continuo son más eficientes que los individuales y presentan numerosas ventajas, como por ejemplo, se pueden integrar con sistemas de captación solar de ACS y se evitan los continuos encendidos y apagados del calefón o caldera mural mixta. La potencia necesaria para suministrar el agua caliente a un conjunto de usuarios es muy inferior a la suma de las potencias que corresponderían si los suministros se hiciesen de forma individual y, finalmente, el agua caliente acumulada permite entregar una mayor producción para enfrentar situaciones de una mayor simultaneidad de uso de artefactos”.

Qué hacer si necesito renovar…
Si se trata, por ejemplo, de renovar una casa de 140 metros cuadrados, donde viven 4 personas, una alternativa sería optar por dos calefones de 16 litros. Ahora bien, si además se quiere aprovechar el impulso para incluir calefacción central, “la recomendación es instalar tecnologías de ahorro energético: calderas de tipo condensación que pueden ser mixtas (para agua caliente sanitaria y calefacción), o bombas de calor, con un funcionamiento de alta eficiencia y con ahorro energético”, señala Olga López, de Cosmoplas.