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Seguros y viviendas: Desde arriendos hasta la compra en verde y los accidentes domésticos

06/10/2014

  • Actualmente, las aseguradoras trabajan con una línea para el hogar que ofrece garantías en caso de inhabitabilidad, mientras que entre los productos nuevos destaca el que protege frente al no pago de un arriendo.

Fuente: El Mercurio

Seguros y viviendas: Desde arriendos hasta la compra en verde y los accidentes domésticos.

Las pólizas relacionadas con la vivienda -desde el período de construcción y venta en verde, hasta la cobertura durante su uso o arrendamiento- representan aproximadamente el 5% del total del mercado de seguros generales, según datos de la industria aseguradora chilena.

Si bien el número es pequeño, existe consenso en la industria de que la demanda de los propietarios de viviendas ha estado creciendo, de la mano del auge inmobiliario. “La gente es más partidaria a asegurarse, lo que ha hecho que la oferta se haya ido sofisticando”, señala María de la Luz Berg, gerenta de garantía y títulos de Aseguradora Magallanes.

A las tradicionales pólizas de terremoto e incendio se han sumado una serie de subcoberturas. Hoy, las compañías de seguro trabajan con una línea para el hogar que ofrece garantías en caso de robo, inhabitabilidad de la propiedad y daños que se causen accidentalmente a terceros dentro de la vivienda. En el caso de la póliza por robo, las especies aseguradas tienen un tope de entre 30 y 60 UF, dependiendo de la compañía. “Los artículos de mayor valor deben asegurarse aparte. Si tengo un cuadro muy caro, este debe ser tasado por peritos, y ahí se aplican pólizas de todo riesgo para objetos valiosos”, dice Jorge Maldonado, gerente comercial de Magallanes.

Una persona que tenga asegurados sus contenidos por 1.000 UF, por ejemplo, debiera pagar 3,3 UF de prima anual, aproximadamente. Cada cliente indica el valor total de los bienes, y ese monto determina el costo de la póliza. “No trabajamos con un listado de cosas, y tampoco somos tasadores. El cliente es quien tiene la obligación de asegurar por el valor que estime, y yo tengo que hacer fe de lo que me dice”, agrega Maldonado.

En ese sentido, no es necesario informar a la compañía cada vez que la persona compra algo nuevo. “Siempre que la incorporación, en conjunto con los bienes ya asegurados, no exceda el monto contratado en la póliza. En caso contrario, se debe comunicar a la firma para una evaluación”, explica Rodney Hennigs, gerente de líneas personales de Chilena Consolidada-Zurich.

Por su parte, la póliza por inhabitabilidad asegura que ante un siniestro que impida el uso de la vivienda -terremoto, inundación o incendio-, la compañía se hace cargo del arriendo de otro inmueble. En el mercado, la cobertura generalmente llega hasta los seis meses.

Al igual que con el robo, es el cliente quien establece el valor del arriendo que considera adecuado para alquilar una propiedad similar a la propia. Sin embargo, por lo general las compañías no aceptan montos que sobrepasen el 1% del valor total de la vivienda. Si una casa vale cinco mil UF, el arriendo debiera llegar como máximo a 50 UF.

Por último, el seguro de responsabilidad civil responde ante daños que se causen a terceros que no sean familiares, como la empleada doméstica, por ejemplo. “Cubre desde siniestros tan sencillos como que alguien resbale en la entrada de la casa y se esguince un tobillo”, explica Juan Pablo Gatica, gerente de línea empresas de seguros generales de Chilena Consolidada-Zurich Chile. En su caso, el tope es de hasta 350 UF.

Seguro para arriendo se suma a la oferta
A Sergio Villagrán, gerente comercial de Empresas Armas, no le extraña que exista una amplia variedad de garantías para los dueños de los inmuebles: “La misma demanda va generando necesidades, y aparecen seguros que años atrás uno jamás se hubiera imaginado. El mercado exige seguridad, y la obtiene a través de estas pólizas”.

El último seguro que ingresó a la industria fue el de arriendo, que lleva cerca un año activo y abarca un nicho que hasta entonces no había sido considerado: el de los inversionistas que compran para alquilar. Magallanes ofrece este producto y con él garantiza que ante el no pago de un arrendatario, se devuelven hasta nueve meses de renta. El costo promedio es de $15 mil mensuales, y cubre un alquiler de hasta $1,3 millones. En la cobertura se incluyen los gastos legales por sacar a la persona morosa de la propiedad, pero no los gastos por reparación, si es que dejó daños en la vivienda.

Las proyecciones de la compañía son optimistas, y esperan que en los próximos cinco años a lo menos un 10% de los contratos de arriendo se manejen con este tipo de póliza. Actualmente han emitido unas mil pólizas.

Compra en verde impulsa coberturas
Según cifras de GfK Adimark, las ventas en verde de viviendas en la Región Metropolitana han subido un 12% en el último año. En Aseguradora Magallanes indican que el crecimiento anual de la póliza de garantía para la compra en verde es de un 20%.

Si bien es de carácter obligatorio, no existe un mecanismo de control para verificar que efectivamente se contrate el seguro. A juicio de Berg, estas cifras dan cuenta del crecimiento sostenido de la demanda por viviendas nuevas, como también del empoderamiento de la gente: “Están exigiendo esta cobertura al momento de comprar”, indica.

Para Eduardo Crawley-Boevey, gerente general de Inmobiliaria Fernández Wood, la mayor penetración del seguro es una buena noticia para todo el mercado: “Es una póliza totalmente necesaria, pues entrega una tremenda tranquilidad al cliente. Es una garantía del pie que se está adelantando y así este queda cubierto si es que la inmobiliaria tiene cualquier problema en el camino”.

A diferencia de los seguros que cubren el uso de la propiedad o su arriendo, en el caso de las pólizas para venta en verde no es el propietario quien trata con la aseguradora, sino que la inmobiliaria. “Si bien el beneficiario es la persona que da el pie, el que asume el costo es la empresa, y lo hace como parte de los costos operacionales del proyecto”, dice Sergio Villagrán.

Sergio Castro, gerente del área técnica de Penta Security, advierte que la mayoría de las pólizas relacionadas con las viviendas son adquiridas como seguros colectivos. Además de la cobertura para la venta en verde, con este mecanismo trabajan generalmente los seguros de incendio y terremoto, a través de los créditos hipotecarios. “La demanda de estos productos generalmente es parte de un servicio que entrega el banco o inmobiliaria; no hay una relación directa entre aseguradora y cliente”.

Proyecciones para la industria
Los distintos actores coinciden en que la oferta de seguros a la que pueden acceder los dueños de viviendas no debiera aumentar. “Las causas por las que se puede cubrir un bien son finitas, entonces no hay mucho espacio para la innovación, porque los riesgos están acotados. Es un mercado maduro, y con los seguros asociados hoy en día al tema inmobiliario, la gente está muy bien protegida”, señala Sergio Castro.

Por el lado de la demanda, María de la Luz Berg, de Magallanes, cree que no habrá un crecimiento importante, salvo el natural, por la cantidad de viviendas nuevas que toman un crédito hipotecario. Sergio Villagrán coincide con este escenario, y agrega: “Cuando la economía se contrae, la gente empieza a analizar cuál cobertura realmente necesita, por lo que la demanda no debería aumentar”.

Sin embargo, Castro identifica un nicho interesante de expansión: los seguros individuales. “La inmensa mayoría de las compras se hacen con créditos hipotecarios que normalmente trabajan con seguros colectivos que toman las instituciones financieras. La industria debería atacar a los clientes que ya pagaron ese crédito y que van a necesitar una nueva cobertura”.

EL SEGURO DE ARRIENDO, QUE CUBRE EL NO PAGO DEL ALQUILER, TIENE UN COSTO PROMEDIO DE $15 MIL MENSUALES, Y CUBRE UN MONTO DE HASTA $1,3 MILLONES. LA COBERTURA INCLUYE LOS GASTOS LEGALES POR SACAR AL MOROSO.

Seguros durante la construcción
Mientras se ejecuta la obra, constructoras e inmobiliarias también contratan seguros específicos. “En Chile cada vez serán más comunes este tipo de pólizas. Las empresas las utilizan como una herramienta eficaz de mitigación de riesgos en sus proyectos”, explica Juan Pablo Gatica, gerente de línea empresas de seguros generales de Chilena Consolidada-Zurich Chile.

Generalmente, las constructoras toman seguros de riesgos en la construcción, que protegen de los daños que puedan generarse durante los trabajos. Otra cobertura demandada es la de responsabilidad civil en la construcción, que indemniza ante daños a terceros. Asimismo, es común la garantía de fiel cumplimiento de contrato, que cubre al inversor si es que hay atrasos en la obra.

Por su parte, las inmobiliarias también contratan seguros, sobre todo aquellos relacionados con la responsabilidad profesional. “Este ha tomado fuerza después de lo que pasó con el terremoto de 2010 con los ingenieros calculistas. Como propietario del proyecto puedes verte afectado por demandas que interpongan los compradores”, explica María de la Luz Berg, gerenta de garantía y títulos de Aseguradora Magallanes.