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Cinco tendencias de los nuevos alojamientos

13/08/2014

  • Hace rato que los hoteles dejaron de ser simples espacios donde dormir. Hoy, casi todos los proyectos que marcan pauta en el mundo se basan en al menos un concepto: una experiencia original. Esta es la principal, pero no la única tendencia que crece en el sector. Preguntamos a expertos y esto dijeron.

Fuente: El Mercurio

Cinco tendencias de los nuevos alojamientos.

El mueble donde uno va a descansar claro que importa, pero los hoteles que realmente están haciendo la diferencia hoy, piensan mucho más allá de una buena infraestructura. “Han dejado de ser fábricas de camas”, dice Fernando Gallardo, crítico de hoteles del diario El País de España, quien subraya que a este tipo de lugares ahora se va en busca de “vivir una experiencia”. Simple: en un mercado cada vez más competitivo, la experiencia que ofrezca cada uno será clave para que los viajeros decidan en qué lugar quedarse. En esa línea destacan experiencias como dormir en la red de históricas Pousadas de Portugal o en los castillos de Irlanda. También en los hoteles de hielo de Escandinavia, e incluso en ciertos cruceros y otros “alojamientos flotantes”, entre los que se cuenta el cada vez más solicitado arriendo de yates tripulados o los barcos que viajan por los canales fluviales europeos, donde uno es el capitán.

“Todos andamos buscando vivir experiencias que nos enriquezcan”, dice Colin Turner, presidente de la Asociación de Hoteleros de Chile, quien cita un ejemplo más allá de la hotelería : Dans le Noir (danslenoir.com), célebre restaurante que funciona en una sala totalmente a oscuras y que es atendido por camareros ciegos.

Según Turner, la gente que trabaja en cada hotel es vital para crear estas experiencias memorables. “Es justo ahí donde la industria está invirtiendo más y más. Son las personas las que dan vida a la filosofía del hotel, y ésa es la principal experiencia que vive el pasajero”, dice.

2. BARATO, PERO CON ESTILO
Hasta hace poco, un hostal no era más que una cama barata donde arrojar el bolso. Pero muchos se han ido alejando de ese concepto y están dándole un giro ’boutique’ a su propuesta, sin que eso implique subir las tarifas. Una tendencia que comenzó en Europa, en ciudades como Londres, Berlín, Roma y, sobre todo, en Lisboa, pero que está cada vez más presente en Latinoamérica, y desde luego en Chile. Es el caso de sitios como Castillo Surfista Hostel (www.castillosurfista.com), en Santiago, pero con una vocación oceánica: aprovechando el boom del surf en nuestro país, el californiano Jonathan Mascitelli decidió usar su conocimiento de las olas locales para montar un hostal enfocado en ese tipo de aventuras. “Abrí este lugar para mochileros, estudiantes, amantes del mar, y gente con espíritu ‘gonzo’ (de atreverse a hacer cosas)”, dice Mascitelli sobre la gente que ocupa alguna de las veinte camas que tiene disponibles en esta casona centenaria del barrio Italia. La apuesta, que inauguró en 2012, resultó exitosa y le valió el premio HostelBookers 2013 Excellence Award, otorgado por la mayor guía de hostales del mundo. En ese reconocimiento lo que más se destacó de Castillo Surfista fue precisamente su diseño.

No es el único ejemplo local. También está Rado Hostel (www.radohostel.com), otro santiaguino premiado: tercer lugar entre los mejores hostales de Sudamérica en los Hoscars 2014 por su look urbano, cuadros con íconos de la cultura pop y vistas hacia el cerro San Cristóbal. Además, hay buenos exponentes regionales como el Hostal Campo Base (www.hostalcampobase.cl) en San Pedro de Atacama, que, con un espacio que invita al relajo entre hamacas y telares indígenas, también fue destacado por HostelBookers. O Ritoque Raíces, en el sector costero de Ritoque, un hostal que mira hacia esta playa de 17 kilómetros, frente a las dunas y con un sistema de diseño sustentable (Por Ana Callejas).

3. JUGAR DE LOCAL
¿Ya conoció algún hotel de Chiloé en cuyo menú sean infaltables las papas chilotas? ¿Ya durmió en San Pedro de Atacama, cubriéndose con una manta tejida por artesanos de pueblos como Toconao o Lasana? ¿Salió a surfear en Punta de Lobos con guías que toda su vida han corrido estas olas y conocen de memoria cada rompiente?

Cada vez más los nuevos hoteles están incorporando a sus propuestas el aporte de las comunidades locales y de los productos que estas mismas crean. Y ése es un aspecto altamente valorado por los viajeros: cuando los pasajeros de un hotel tienen contacto privilegiado con la gente de la zona y sus culturas. “El tema de la sustentabilidad en turismo es esencial, y no tiene que ver sólo con no contaminar o ser amigable con el medioambiente. Es un término amplio, que abarca incluso ser sustentable como negocio en sí mismo”, dice Colin Turner. El experto hotelero destaca el caso de Costa Rica, país pequeño, “pero que tiene una conciencia turística muy fuerte”, y que ha puesto a esta actividad como pilar fundamental de su desarrollo económico. “La sustentabilidad es el tema número uno sobre cómo desarrollar la industria”, dice Turner. “Hoy es común ver que los turistas que viajan en grupo, por ejemplo en cruceros, exijan alguna actividad dentro del programa que tenga que ver con la comunidad local, desde visitar un colegio a ver cómo se trabaja algún producto en especial”.

4. SER UNA “NAVE ESPACIAL”
El término lo utiliza el crítico de hoteles Fernando Gallardo para referirse a lo que considera un requisito indispensable de los alojamientos de punta en el sector: la tecnología. “El hotel sigue siendo hoy una unidad de negocio poco tecnológica, por lo que tendrá que aumentar fuertemente ese aspecto”, dice. “No voy a decir que tengan que desarrollarse tecnológicamente tanto como el transporte aéreo, pero casi. Los hoteles tienen que ser auténticas naves espaciales desde ese punto de vista”, subraya.

Un elemento básico en este sentido sigue siendo la conexión wifi, servicio muy requerido y valorado por los usuarios, pero que todavía muchos hoteles consideran un lujo. “Aún encuentras lugares donde internet lo cobran aparte”, dice Eugenio Cox, uno de los conductores del programa televisivo de viajes Mundo ad portas y gerente general de la agencia Expan Tours. “Acabo de estar en Disney World después de muchos años, y una de las cosas que más me encantaron es que había wifi abierto y gratuito en todos los parques, y funcionaba excelente. Había aplicaciones donde veías cuántos minutos le faltaban a la cola en la atracción… Es decir, se acabaron los walkies talkies y las personas perdidas”. Cox destaca el caso de los hoteles pensados para ejecutivos o viajeros de negocios. “Ahí todo está centrado en resolver sus problemas y darles herramientas para que alojen bien, se conecten bien, trabajen bien y se reúnan donde tienen que hacerlo”. Y para eso, el wifi no sólo debe estar disponible, sino funcionar con la mejor velocidad posible.

Lo de la gratuidad es un tema que genera debate. Para Colin Turner, de Hoteleros de Chile, tiene que ver con una decisión comercial de cada hotel. Para Fernando Gallardo, debiera estar siempre incorporado en la tarifa. “Los hoteleros suelen decir que el wifi es un servicio que les cuesta dinero, ¿pero acaso no cuesta también el agua o la luz? Para mí, la tendencia inexorable es la inclusión del wifi en la factura final”.

Pero lo tecnológico no tiene que ver sólo con el wifi: una tendencia cada vez más común, sobre todo en los hoteles ejecutivos, es que el check-in pueda realizarse online desde el smartphone, evitando así el tedioso registro de la ficha sobre el mesón (y ganando tiempo con ello). Un ejemplo de ello son los famosos hoteles económicos Formule 1 (www.hotelf1.com), que se han desarrollado en las carreteras de Europa y donde no existe recepción ni check-in: los pasajeros ingresan a la habitación sólo utilizando su tarjeta de crédito.

5. COMO EN CASA
Otra tendencia que cobra fuerza tiene que ver con el llamado “fenómeno Airbnb”. Esta plataforma web de búsqueda y reserva de departamentos y casas particulares (y también cabañas y hasta casas rodantes) en distintas ciudades del mundo se ha convertido en un interesante reto para la industria. “Los hoteleros de Nueva York, por ejemplo, se han ido en picada contra Airbnb, entre otras cosas, porque esas transacciones no pagan impuestos. En esta ciudad te cobran muchos impuestos, como el clásico ‘city tax’ y otros”, dice Eugenio Cox. “Pero el servicio está muy bien hecho y en todo el mundo. Al final, lo que te ofrece esta web es que vas a poder hacer la vida de un local en la ciudad a la que vas, y eso es diferente. Incluso sé que se puede contratar una nana o un chef como servicio adicional”. Para Fernando Gallardo, el fenómeno Airbnb se relaciona con las nuevas modalidades de consumo que están imponiendo los “milenials”, los jóvenes que nacieron al borde del siglo 21 y que hoy tienen veintitantos años. “Es una generación que consume de manera distinta y que está rompiendo las pautas, entre otras cosas, de la hotelería. Ellos en diez años más serán quienes ‘corten el bacalao’. Son más impacientes, exigentes y el concepto de la autenticidad es más poderoso en ellos. Por eso, la autenticidad de la vivienda de un particular no la encuentra en un hotel impersonal, como los de marcas. Plataformas como Airbnb están más cerca de los consumidores. No sería extraño que en dos o tres años los mismos hoteles usen ese potencial y se pongan en sus manos. De hecho, ya hay varios en Airbnb. En España, La Fábrica de Solfa declaró que usará Airbnb como canal de reservas”.

La revancha “boutique”
Los expertos concuerdan en que el concepto “hotel boutique” ha sido muy manoseado en los últimos años. “Originalmente, lo ’boutique’ representaba una cosa pequeña, exclusiva y personalizada”, dice Eugenio Cox, de Mundo ad Portas y la agencia Expan Torus. “Hoy la palabra ya se siente anacrónica”.

Entonces, ¿qué es realmente un hotel boutique? En Chile, por ejemplo, hay una norma desarrollada por el INE, Sernatur y privados que lo define. En simple, hay dos categorías: “boutique Premium”, para hoteles de menos de 70 habitaciones, y “boutique Estándar”, para alojamientos de hasta 100 habitaciones, ambos con una serie de condiciones por cumplir. “La hotelería boutique sigue siendo tendencia en nichos muy concretos”, dice Fernando Gallardo, de El País de España. “En Chile falta mucho por construir. Aún se puede esperar más en hotelería ’boutique”‘.

Recuperar el pasado
Basta ver la cantidad de hoteles nuevos y próximos a inaugurarse que hay en el barrio Lastarria santiaguino, muchos en antiguas casonas recuperadas. “Ésta es una tendencia que se ha dado en muchas ciudades del mundo, y continúa”, dice Eugenio Cox, de Expan Tours. “En muchos lugares te vas encontrando con estos barrios donde empiezan a pasar cosas. Generalmente los primeros que llegan al sector son los artistas, los cafés y las tiendas, y sólo después aparecen los hoteles, que llegan cuando ya hay una masa de gente y cosas que hacer”.

Cox cita el caso del nuevo hotel B de Barranco, en Lima (www.hotelb.pe), considerado el “primer hotel de arte” de la capital peruana. Una idea que también puede graficarse en ciudades como Valparaíso o La Habana Vieja. “Cuando se acaba el espacio físico para nuevas construcciones, empiezas a revitalizar el espacio existente”, dice Fernando Gallardo