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Casas de nueva generación

11/06/2014

  • La buena arquitectura no tiene que ser cara. Incluso puede ser muy rápida y casi no generar residuos. Todo gracias a sistemas prefabricados y materiales de construcción novedosos que se han convertido en aliados para proyectar casas con buen diseño y mucho ingenio.

Fuente: El Mercurio

La buena arquitectura puede ser muy rápida y casi no generar residuos.

La inquietud está instalada en muchos arquitectos. ¿Cómo construir en menor tiempo, con poca mano de obra y a un costo mucho más bajo? Algunos ya han encontrado la forma de hacerlo aplicando además buen diseño, y aunque eso signifique un cambio de mentalidad para que los clientes se atrevan con casas “livianas”, cada vez son más los que están dispuestos con tal de tener lista una obra barata y en pocas semanas.

Los sistemas prefabricados son uno de los caminos que han elegido, también el uso de materiales nuevos, técnicas de construcción poco usuales en el ámbito residencial y un manejo mucho más eficiente y limpio que implica dejar los menos residuos posibles.

El panel SIP (Structural Insulated Panels) se ha convertido en una excelente alternativa para cumplir estos propósitos. Aunque hace una década que llegó a Chile -hace 40 años nació en Estados Unidos, donde se construye más con estos paneles que con el método tradicional-, este sistema compuesto por OBS y aislapol de alta densidad se hizo aún más conocido después del terremoto de 2010, por su cualidad autoestructurante, rapidez de instalación y por ser un excelente aislante térmico.

Pese a sus bondades, el SIP no es un material convencional y por lo mismo ha costado que la gente lo asimile como una alternativa para su proyecto residencial. Un prejuicio que según los arquitectos Felipe Ortiz y Pablo Ropert han tenido que romper todos quienes están en esta iniciativa. Ellos crearon la firma Ready Made House -con su socia Cristina Gómez- con el desafío de levantar casas baratas pero con diseño, junto con controlar ellos el costo y tiempo de construcción. Y lo lograron: su primera clienta les pidió en septiembre tener una casa en el sur lista para el verano, y en febrero la estaba habitando.

-Más que prefabricado, nuestro trabajo es modular. Diseñamos la casa con panel SIP, que se corta en la fábrica según ese diseño y se monta en el terreno. Puedes hacer toda la casa con el mismo material, losa, muros y techos, y la gracia es que es liviano, muy fácil de manipular y más eficiente térmicamente -explica Pablo Ropert. Ofrecen cuatro tipos de casas, rurales y urbanas, “y en ese sentido el diseño también está prefabricado”, lo que les permite comenzar a trabajar con el cliente dentro de un marco. “La calidad de los espacios interiores nos interesa mucho, que tengan buenas alturas y sobre todo luz norte y oriente”, dicen (mail@readymadehouse.cl).

La construcción con paneles SIP tiene asociado un tema de cuidado del medio ambiente, ya que apenas se generan residuos en el terreno y la faena es limpia, rápida y seca, lo que significa un 90% de ahorro en agua en comparación a una de albañilería u hormigón. Además, se ahorra un 50% en calefacción ya que el material en sí mismo es aislante y no hay casi puentes térmicos al tratarse de planchas continuas de 122 cm de ancho.

Hoy el principal problema es la mano de obra. Es cara y escasa. La gracia de este sistema es que permite trabajar con solo dos o tres personas -dice el arquitecto Cristián Irarrázaval Andrews (cristianirarrazaval@gmail.com). Él llegó al panel SIP buscando alternativas para construir en poco tiempo y usando maestros no tan calificados, porque un cliente con presupuesto limitado quería una casa prefabricada tradicional -existente en el mercado- y él a cambio le propuso diseñarle una que cumpliera sus requisitos. “No es un material convencional y todavía es poco conocido. Acá se tiende a buscar una casa sólida, de material, en cambio esto implica una estructura liviana”, afirma.

Aun cuando son paneles autoestructurantes, se necesita agregar una terminación interior y exterior, y ahí las posibilidades son enormes: los muros pueden ser revestidos con madera, fibrocemento, estuco, incluso piedra. Es posible instalarlos tanto sobre pilotes como radier, y también es una buena solución para hacer ampliaciones y segundos pisos.

Los arquitectos Gabriel Rudolphy y Alejandro Soffia han dedicado muchos años a buscar maneras de sistematizar el buen diseño a bajo costo y producido en serie, y han experimentado prefabricando en madera, metal e incluso estructuras inflables. En Santa María del Mar, Santo Domingo, levantaron un proyecto usando exclusivamente panel SIP revestido con pino impregnado. En solo diez días tuvieron la casa montada, con 71 paneles de muro y 40 de losa, generando volúmenes de 6 m2 que se multiplican para generar los distintos espacios, “con una pérdida de material nula” (gabrielrudolphy@gmail.com; alejandro.soffia@gmail.com).

En la misma línea, investigando para un encargo de bajo presupuesto, uso de materiales innovadores y sistemas poco tradicionales, la firma FAR frohn& rojas (www.f-a-r.net) -con oficinas también en Berlín y Los Angeles-, desarrolló cerca de Santiago la vivienda Wall House. Sus socios, los arquitectos Marc Frohn (alemán) y Mario Rojas (chileno alemán), idearon una casa con un diseño de dos pisos compuesto por cuatro materiales con los que se forman paredes de distintas densidades desde adentro hacia afuera: un núcleo de hormigón, luego paneles prefabricados de madera, ventanas de policarbonato y por último una malla climática que cubre todo el volumen.

Los paneles prefabricados se instalan ocho en el primer nivel y cuatro en el segundo, y son hechos a partir de madera laminada, moldajes y terciado, por lo que además de su función estructural, sirven también como repisas.

La idea es emplear de otra manera materiales tradicionalmente destinados a usos industriales más que residenciales. Así, tratamos el policarbonato como pared traslúcida, y pusimos de cubierta exterior una malla que se utiliza en invernaderos -explican. De esta forma lograron una casa de 230 m2 por menos de 15 UF el metro cuadrado.

Listas para instalar

En un galpón en Chicureo se diseñan, arman y visten las casas Rentech. “Es un sistema prefabricado en el mejor sentido de la palabra. Todo se hace en la planta, se traslada en camión y se instala lista en el terreno”, explica el arquitecto y su creador Jorge Rencoret. Desde hacía años que tenía la inquietud, pero en 2010 decidió materializar su idea de ofrecer construcciones rápidas y de bajo costo. Al fabricarlas todas en el mismo lugar, se ahorra por economía de escala y se pueden reutilizar los materiales residuales de otras casas (contacto@rentech.cl).

Aunque la madera es más barata que el panel SIP, Rencoret lo prefiere porque necesita muy poca mano de obra y en sí mismo es aislante. Con este sistema ha levantado salas de venta, casas y hasta un banco en La Legua. “Llegamos con los módulos listos para instalarlos y en el lugar se hacen solo las terminaciones”.

Al ser transportados en camión y levantados por grúas para asentarlos en el sitio, cada cuerpo está sometido a estímulos intensos, los que en sí son una prueba contra terremotos o vientos fuertes. “Se pueden levantar casas de hasta tres pisos”, asegura Rencoret.

Como material de construcción, el panel sip es más caro que la madera, pero mucho mejor aislante.

ESTE SISTEMA es ideal para los que no quieren faenas largas. otra ventaja es que la casa puede trasladarse de sitio sin demoler.

VENTAJAS DEL SIP

El panel SIP es un material aislante y autoestructurante formado por un sándwich de OSB y aislapol de alta densidad.

Desde 14 UF más IVA el m2, incluyendo el diseño, pueden costar las casas construidas con panel SIP.

Los muros se montan sobre soleras en el suelo, donde se encajan y se atornillan cada 15 cm. Para unirlos se pone una pestaña a todo lo largo del panel y así no hay
pérdida calórica.

Los paneles pueden usarse como muro, losa o techo. Se puede también combinar con otros materiales en caso que el diseño lo requiera, como madera y perfiles metálicos.

Varias firmas en Chile hacen paneles SIP. Los arquitectos diseñan según las medidas estándar que tienen de manera de optimizar al máximo la plancha. Hay de 122 por 244 cm y de 122 por 488 cm. En caso de necesitarlo, en la misma fábrica se cortan.