Con denuncias en tribunales, vecinos se enfrentan a Jorge Gálmez por loteo en Puertecillo

• Piden a la autoridad de vivienda y sanitaria que planifique este nuevo balneario, pero al ser parcelaciones rurales no corresponde. La inmobiliaria asegura que se ha ajustado a la ley.

Fuente: El Mercurio

Santiago de Chile,  30 de marzo de 2014. Vecinos, pescadores, habitantes y autoridades se organizaron en la comuna de Litueche, Sexta Región. Su objetivo es exigir que se regule y planifique el proyecto inmobiliario de 300 lotes que hoy está comercializando el empresario Jorge Gálmez en el balneario de Puertecillo (ver recuadro).

En el pueblo donde viven unas cien personas -que se dedican a la recolección de algas y a la pesca y donde veranea un grupo de familias amantes del surf y el mar-, se han visto revueltas las aguas con la inminente puesta en marcha de este proyecto. ¿El desacuerdo? Mientras algueros y habitantes denuncian que la iniciativa alteró el acceso tradicional a las playas y que afectará el ecosistema, en la inmobiliaria desestiman estas acusaciones. Y destacan que para desarrollar el loteo cumplieron con todas las normativas que les exigieron las autoridades.

El impasse está declarado, llegó a tribunales y a otras entidades regulatorias. El 30 de enero, el sindicato de pescadores de Puertecillo presentó un recurso de protección en la Corte de Apelaciones de Rancagua en contra de Gálmez por el cierre del antiguo camino y la apertura de uno nuevo que -reclaman-, los deja lejos de sus faenas.

Esta semana, la junta de vecinos de la localidad concretó una denuncia en la Superintendencia del Medio Ambiente por la destrucción de bosque nativo y por el riesgo que traerán las cientos de casas y sus desechos al contaminar el mar.

Los temores de los vecinos

En esta pugna se enfrentan dos posturas: la de los vecinos que lo ven como un desarrollo que debiera cumplir con normas de proyectos residenciales y la de la firma de Gálmez, donde aclaran que es un loteo de parcelas en una zona rural: lotes de cinco mil metros que deben contar con la certificación del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).

“Nosotros no nos oponemos al loteo, pero queremos que se haga con planificación para que se integre armónicamente al lugar. Que se respete el acceso a las playas, el medio ambiente y que la autoridad regule esta modificación que está haciendo un privado del borde costero”, dice el arquitecto y vecino de Puertecillo, Juan Pedro Sabbagh.

Él, junto a Matías Parot, otro vecino del balneario, hicieron una presentación al seremi de Vivienda de la Región de O’Higgins porque el plan regulador no considera el uso de suelo residencial en la zona y, a su juicio, la envergadura del proyecto oculta un conjunto residencial.

“Lo que nos preocupa a nosotros y a los pescadores es que los que se construyan casa ahí tienen que hacerse cargo de sus aguas servidas sin una regulación, y lo más probable es que hagan una cámara y un pozo que con los años puede contaminar el mar”, advierte Parot.

Pero en la inmobiliaria Punta Puertecillo dicen que “la subdivisión cuenta con las autorizaciones necesarias. Ella fue aprobada en su momento por el SAG, que en este caso es el organismo competente”, afirman.

En el SAG reconocen que ellos certificaron que los lotes tengan una superficie igual o mayor a media hectárea y hasta ahí llega su labor. El jefe del Departamento de Desarrollo Urbano de la Seremi de Vivienda, Patricio Olate, dice que no le corresponde pronunciarse porque el plan regulador intercomunal del borde costero define el área como rural y se puede subdividir en predios de media hectárea.

“Es evidente que aunque sea una división de cinco mil metros, este es un núcleo urbano al margen de la planificación. Eso es así, pero nuestra legislación no nos permite a nosotros tomarlo”, dice Olate, quien agrega que tampoco corresponde hacer un Estudio ni una Declaración de Impacto Ambiental porque la densidad es muy baja.

Sobre el riesgo de contaminación de las aguas, en Punta Puertecillo aclaran que los propietarios tendrán que cumplir las normas de la Superintendencia de Servicios Sanitarios y que “hay distintas soluciones seguras, ecológicas y modernas que se utilizan en todo el mundo para el tratamiento de aguas”.

Acceso a la playa

Los vecinos dicen que tampoco tienen seguridad de que podrán llegar hasta la playa de la Punta de Puertecillo, donde está el balneario y frente a la que se ubica el loteo. “Este tipo de desarrollo se exime de ceder terrenos al uso público. Qué seguridad tenemos nosotros de que en el futuro vamos a poder llegar a un estacionamiento y bajarnos a la playa”, se pregunta Sabbagh.

En la inmobiliaria, en cambio, aseguran que entre los lotes y la línea de altas mareas se dejará una franja de ocho metros para libre circulación peatonal. Agregan que se podrá llegar en auto a través del camino principal que atraviesa el loteo y estacionar en el lugar en que está el restaurante Para de Gozar y la escuela de surf, frente a la playa. Y si no son suficientes los espacios, también en las calles, explica el director de inmobiliaria Pirigüines, dueña del loteo Punta Puertecillo, Enrique Prieto.

La guerra de los algueros

“Nosotros hemos trabajado toda la vida, mi abuelo y mi bisabuelo trabajaron sacando los productos del mar y el señor Gálmez nos cerró los caminos e hizo uno nuevo que a nosotros nos perjudica. Porque no podemos llegar a sacar los productos y por eso nos vimos en la obligación de presentar el recurso para pedir que abra el antiguo camino”, dice el presidente del sindicato de pescadores de Puertecillo, Juan Yáñez.

La entidad agrupa a cincuenta pescadores, que extraen entre 200 y 300 kilos de cochayuyo cada uno por temporada. Lo venden en Santiago en rodelas de siete a ocho kilos que cuestan $12 mil y hoy lo están comenzando a elaborar con otros sindicatos algueros en una planta en Chorrillos donde hacen mermelada. A futuro piensan exportarlo.

Lo extraen de los roqueríos en los sectores de la Punta de Puertecillo, Santo Domingo y en la Punta de Topocalma, la playa que continúa hacia el sur de Puertecillo. Los pescadores dicen que por el antiguo camino de la hacienda llegaban directo a sus faenas y que el nuevo los deja en puntos alejados.

“Ahora tenemos que sacar al hombro los productos, quedamos a kilómetros de distancia. Si no, tenemos que dar una vuelta por arriba en auto y gastamos más combustible”, explica Juan Yáñez, quien aclara que se reunió con Jorge Gálmez y él le ofreció una llave para abrir los portones que tiene el camino antiguo. No se la aceptó, pues Yáñez quiere esta vía expedita siempre.

Clara Silva es presidenta de la junta de vecinos La Familia de Puertecillo, que presentó una demanda a la Superintendencia del Medio Ambiente esta semana. “Nosotros intentamos hacer un camino a Puertecillo, nos pedían declaración ambiental y un montón de cosas más. Él (Gálmez) no hizo nada, abrió el camino y rompió el cerro, el bosque, todo. Además de dónde va a sacar el agua potable y los alcantarillados del loteo, van a contaminar el mar”, alega Clara.

“Es solo un sindicato el que reclama, de los tres que tienen concesiones en las playas del lugar”, retrucan en Punta Puertecillo, firma que sostiene que el trazado del nuevo camino fue definido por la autoridad competente, la Seremi de Bienes Nacionales en conjunto con la Intendencia de la Región de O’Higgins.

Fin del balneario de Litueche

“Litueche quedó como Bolivia, sin mar. Nos cerraron el acceso a la playa de Topocalma que ha sido siempre nuestro balneario”, reclama el concejal de la comuna, Ricardo Valeria. Los vecinos de Litueche hasta el verano pasado iban a bañarse al extremo sur de la playa de Topocalma, donde los terrenos de Gálmez también llegan a la costa. Ahí tenían su balneario en una punta protegida del viento, al igual que en la Punta de Puertecillo.

“El nuevo camino no nos permite llegar a nuestra playa. Termina en un estacionamiento en la mitad de las dunas, a kilómetros de donde íbamos antes”, dice el ex alcalde de Litueche y hoy consejero regional de O’Higgins, Bernardo Cornejo, quien agrega que una familia demoraría entre una y dos horas caminando por la arena para llegar.

“Hicimos la gestión para cambiar el trazado del camino porque pasaba por la mitad de la hacienda, circulan animales, ha habido accidentes y el camino se rompe con la lluvia. El intendente hizo un trabajo con el seremi de Obras Públicas, Medio Ambiente y Bienes Nacionales y se dieron cuenta que el camino era peligroso. Trazaron el nuevo y lo establecieron en un plano con mediciones de Bienes Nacionales y se dictó una resolución que dejó sin efecto el camino anterior”, dice Enrique Prieto.

En la inmobiliaria dicen que en la playa se practican deportes en la zona norte y sur y que la Intendencia fijó el acceso en la mitad para que fuera equitativo.
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El millonario loteo que se emplaza en la costa de la Región de O’Higgins

Puertecillo es un balneario de la VI Región que está a 160 kilómetros de Santiago en la comuna de Litueche y su fisonomía está a meses de cambiar. De ser un pueblo de cincuenta casas y con un camping de surfistas, se transformará en un balneario con 300 parcelas de media hectárea, con una o dos viviendas por sitio que se instalará en las tierras de la Hacienda Topocalma que colinda con el mar, entre el pueblo y la punta sur.

Los terrenos eran parte de la Hacienda Topocalma, propiedad del empresario Jorge Gálmez, ex socio de Paris y hoy dueño de Mall Sport, Balthus y Pronáutica. Él, a través de Inmobiliaria e Inversiones Cerro Verde, compró este terreno forestal de 7.654 hectáreas al grupo eléctrico CGE en 2007. Del total, separó un terreno de 208 hectáreas en la costa, donde emplazará el proyecto de la inmobiliaria Punta Puertecillo.

La comercialización de la primera etapa del loteo, de 115 sitios, partió en diciembre, se vendió en menos de un mes y atrajo no solo a los amantes de las olas. El ex candidato presidencial de la UDI Pablo Longueira; Carlos Alberto Cartoni, socio de Komax (que representa marcas como GAP y The North Face); Raimundo Valenzuela, empresario vitivinícola; Fernando del Sol, presidente de la generadora Enlasa, y Víctor Pucci, director de Derco, son parte de los que compraron en el loteo.

El plan consta de tres fases que suman en total 300 sitios de un mínimo de cinco mil metros cuadrados cada uno.

Los terrenos de la primera etapa se vendieron por entre 6.900 y 11 mil UF ($162 millones y $259 millones) y se pronostica su entrega para agosto, cuando esté lista la urbanización.