Coquimbo: Sueldos pagados en la construcción se han duplicado en los últimos 15 años

• Efecto del desarrollo económico.

Santiago, Chile. 13 marzo, 2012. En 1995, el ingreso imponible promedio de un trabajador de la construcción en la Región de Coquimbo ascendía a $ 297.719. A diciembre de 2011, estas remuneraciones crecieron a $ 535.568, es decir, prácticamente se duplicaron.

Así lo ratifican las cifras dadas a conocer por la Cámara Chilena de la Construcción, CChC, que se basan en información de la Superintendencia de Pensiones. Éstas ubican a la zona cómo la tercera en el país en materia de alzas de salarios de esta actividad.

De hecho, si se compara con otras regiones del país, como la Araucanía, los sueldos a diciembre del año pasado llegan sólo a $ 374.000, lo que devela que, por la misma labor, allá reciben 166 mil pesos menos. La razón de este fenómeno estaría explicada por la migración del personal requerido para llevar a cabo estas tareas a la actividad minera, situación que desde hace algún tiempo viene advirtiendo la CChC, delegación La Serena.

Alfredo Prieto, timonel de esta entidad manifiesta que el escenario actual es preocupante. “Esta zona se ha convertido en la ‘aduana’ para la minería de todo el norte, entonces nos encontramos en primera línea frente a la oferta de trabajo que ellos ofrecen”.

El problema, asegura, es que las inmobiliarias no pueden competir con esta industria “de ahí entonces la escasez de gente que tenemos actualmente”.

Dice que esta situación ha provocado que los costos de los proyectos se eleven “porque estos aspectos no están considerados al inicio de las obras. Si hay una faena trabajando hoy, seguramente fue presupuestada hace un año o 6 meses, y la realidad actual difiere de lo presupuestado, y eso obviamente afecta la rentabilidad de los negocios”, precisa.

Otro efecto adverso de la falta de personal, dice Prieto, es que se han generado retrasos en construcciones “ya que al no encontrar quién ejecute los proyectos, se han debido modificar los plazos establecidos”.

Esta inquietud es compartida por el arquitecto e integrante de la CChC, Marcelo Castagneto. Este último es de la idea de que el problema se irá acrecentando con los años. “Y se van a tener que tomar medidas en el corto plazo, de lo contrario vamos a tener que lamentar efectos mucho más complicados a futuro”, aseveró.