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Empresa que puso vidrios en Mall Costanera Center pidió su propia quiebra

09/08/2013

  • Accura Systems -encargada de instalar los vidrios que recubren la placa comercial del mall- había logrado que sus acreedores aprobaran un convenio judicial preventivo, pero, debido a un agravamiento del estado de sus negocios, desistió del acuerdo.

Fuente: La Segunda

Stocks de mercadería que habían traído exclusivamente para esta obra, así como trabajadores parados que no despidieron porque no sabían cuándo iban a reanudar los trabajos tras la crisis de 2009, conjugaron para hacer naufragar a la empresa.

Santiago, Chile. 9 agosto, 2013. La historia de los vidrios que recubren al Mall Costanera Center no sólo provocó dolores de cabeza a la empresa china Far East Aluminium, que, tras instalarlos en la torre más alta de Latinoamérica, debió retirarlos para su reemplazo porque la tonalidad de los paneles no era uniforme.

En Chile, había otra empresa que también se dedicaba a las instalaciones de los llamados muros cortina -estructuras de aluminio y cristal que revisten construcciones, las protege del medio ambiente y le otorga cierta estética- y que tras firmar en 2008 un acuerdo con Cencosud para instalar estos cristales en la placa comercial de 6 pisos del mall, se fue a pique: Accura Systems Chile, propiedad del empresario José del Sagrado Corazón Valdés Concha, está a la espera de que el 25 Juzgado Civil de Santiago declare su quiebra.

La compañía nació en 1989 en Texas, Estados Unidos, de la mano de José Valdés y Frank Finan, y aterrizó en Chile en 1991. Sin embargo, entre 2004 y 2005 se produjo una separación de los socios de Estados Unidos y las operaciones locales en Chile se independizaron. En 2006, su entonces presidente, Pelayo Lavín contaba a “El Mercurio” que en un principio fabricaban todo en Estados Unidos y traían los materiales en containers, pero que paulatinamente la situación fue cambiando hasta que se instalaron con una planta propia en Pudahuel.

En esa época la empresa vendía $ 6.000 millones anuales y esperaban duplicarlos. El negocio iba bien. Además de los proyectos en Chile, como el revestimiento exterior de la torre Titanium, también realizaron trabajos en otros países como Panamá, Uruguay y Argentina.

Pero la decisión del controlador de Cencosud, Horst Paulmann, de paralizar las obras de construcción de Costanera Center en 2009 a raíz de la crisis económica, significó para Accura el primer paso hacia el despeñadero.

Así se desprende del convenio judicial preventivo presentado por la empresa el 5 de septiembre del año pasado, en el que señala a Cencosud como uno de los responsables de una irreversible erosión de su condición económica que generó pérdidas cercanas a US$ 1 millón y una deuda con acreedores por $ 5.000 millones.

Fuentes que participaron del proceso dijeron que seguir manteniendo stocks de mercadería que habían traído exclusivamente para esa obra, así como tener trabajadores parados que no despidieron porque no sabían cuándo se iban a reanudar los trabajos, se conjugaron para hacer naufragar a la empresa.

En el convenio se lee que entre las razones que llevaron a la empresa a tener que negociar con sus acreedores “hay factores internos y externos”.

Respecto a los primeros, Accura reconoció que hubo “actuaciones realizadas por la anterior administración (gerente general, de administración y finanzas, y de operaciones) que significaron importantes pérdidas para la empresa, no sólo por malas decisiones comerciales, sino también por la obtención de beneficios personales a favor de dichos ejecutivos”, que fueron realizadas “sin el conocimiento del directorio de la empresa”.

En los factores externos, “está que entre 2007 y 2012 nuestra empresa estuvo ligada por medio de un contrato de provisión e instalación con el conglomerado Cencosud en lo relativo a la construcción de la obra Costanera Center”.

Entre las dificultades con ese contrato, dice, estuvo la paralización de las obras -en 2009- “por un período de un año hasta permanentes cambios, los que tuvieron que ser representados por más de 14 emisiones nuevas de planos de arquitectura”, cita como ejemplo.

“Estrechez de caja no nos permitía negociar”

“Nuestra empresa se vio sometida a una estrechez de caja que no nos permitía negociar con nuestros mandantes los sobrecostos, permanencia en obra por un plazo mucho más largo que lo estipulado en las bases, lo que, entre otros factores, erosionó nuestra condición económica hasta los límites extremos a los cuales estamos sometidos (…) Esta obra no sólo afectó nuestra capacidad económica financiera sino también a nuestro personal, por lo que hemos tenido que recomenzar nuestra organización”, dice el escrito, que además señala que debido a que las obras del Costanera Center coparon prácticamente el departamento de ingeniería de Accura Systems, “no nos permitió tomar en forma paralela otras obras normalmente rentables”.

Marcha atrás con el acuerdo

El 11 de marzo de este año, los acreedores aprobaron el acuerdo, que incluso llegó a ser publicado en el Diario Oficial diez días después.

Pero el 25 de junio de este año las esperanzas de viabilidad económica de la empresa terminaron por esfumarse: Accura Systems solicitó que se aceptara su desistimiento del convenio acordado bajo el argumento de que se había agravado el mal estado de sus negocios y que ello no les permitiría cumplir las estipulaciones del convenio. Al mismo tiempo, solicitó su propia quiebra.

El tribunal admitió a tramitación la petición y citó a los tres mayores acreedores (bancos BCI, BBVA e Itaú), quienes acordaron designar como síndico provisional titular a Patricio Jamarme Banduc y como provisorio suplente a Francisco Cuadrado Sepúlveda para hacerse cargo del proceso.

La quiebra debería ser finalmente declarada por el tribunal durante los próximos días.