Blog de Noticias de la construcción

El plan de Paz para recuperar su valor económico y doblar sus ventas

08/04/2013

  • Tras realizar varios cambios internos y ajustar su oferta durante 2012, el presidente y el gerente general de la constructora dicen que hoy tienen una estructura más liviana y una cartera de proyectos más acotada, pero de mejor margen. Perú tendrá un rol importante en esta nueva etapa.

Fuente: La Tercera

El presidente de Paz, Juan Pablo Armas, y el gerente general, Ariel Magendzo, se conocieron en 1990 cuando estudiaban en el MIT.

Santiago, Chile. 8 abril, 2013. En 2010 y 2011, Paz Corp vivió dos de los años más difíciles de su historia, sólo comparables al shock que enfrentó durante la crisis bancaria de 1982. El colapso financiero que se desató en septiembre de 2008 en Estados Unidos y el terremoto de febrero de 2010 pusieron en jaque el hasta entonces exitoso modelo de negocios diseñado por el arquitecto Benjamín Paz, controlador y ex presidente de la firma. La inmobiliaria, que debutó en la Bolsa local en 2006, vio fuertemente golpeado su valor económico y debió hacer numerosos ajustes para salir adelante.

A esa tarea se abocó la firma en 2012, implementando nuevas medidas y reforzando otras que se habían definido con anterioridad. Juan Pablo Armas, quien asumió la presidencia hace un año, pero que integra el directorio desde 2007, lideró el proyecto junto al gerente general Ariel Magendzo. “Hicimos una revisión profunda de procesos, sistemas, de gente y ahora que estamos en los niveles óptimos de eficiencia decidimos ir al siguiente nivel”, dice Armas.

Hoy, coinciden ambos ingenieros civiles, Paz Corp se mueve en el negocio con una estructura más liviana y con una cartera de proyectos más acotada y con mejor margen. Esto, según explican, les permite proyectar un futuro más estable y ajustarse con mucha rapidez en caso de que el panorama económico se los exigiera. Actualmente, la empresa tiene 60 proyectos en construcción en Chile, Perú y Brasil. En 2006 tenía en marcha 80 obras sólo en Chile.

“Después de la crisis y del terremoto, indudablemente hubo proyectos complicados. Hoy tenemos una cartera totalmente limpia, rentable, muy buena”, resume Magendzo.

Otro de los cambios fue la conformación de un nuevo directorio y de comités. Todo este trabajo apunta a un objetivo: recuperar el valor económico de la firma -cuya cotización alcanza hoy a US$ 197 millones o $ 329 por papel- para llevarlo a un nivel que mantienen en reserva, pero que, según Magendzo, está por sobre los $ 385 con que debutaron en Bolsa. En su peak, a fines de 2009, superó los $ 700.

“Esta es una compañía que ha tenido una fluctuación notable en el valor de la acción y queremos mejorar sustancialmente eso. Hemos bajado nuestra deuda corporativa, han disminuido los gastos financieros y hemos hecho un montón de mejoras que van directo a la última línea”, cuenta Armas. Agrega que buscan “generar un flujo lo más constante posible que permita el negocio para los accionistas. Eso implica tener mucha disciplina en los lanzamientos y cumplimiento con las fechas. Diseñamos un plan multianual para asegurar el cumplimiento de fechas”.

El diagnóstico actual dista mucho del que se hacía hasta hace algún tiempo y Armas lo resume en una frase: “Están totalmente superados los efectos del terremoto y de la crisis”.

Agrega que a partir de este año serán más notorios los efectos del trabajo interno que han realizado. Aún así, en 2012, las utilidades de la inmobiliaria subieron 220%, hasta los US$ 11,5 millones, y los ingresos lo hicieron en 60%.

Con el camino despejado para crecer, la empresa está apostando a duplicar sus ventas, desde los US$ 238 millones de 2012 a unos US$ 500 millones en el corto plazo, dependiendo de la velocidad de escrituración. Según explican, esto es posible, dado el nivel de proyectos que tienen en ejecución en Chile, Perú y Brasil, los que empezarán a generar ingresos cuando comiencen a escriturarse. Hoy tienen promesas por escriturar por UF 10 millones, unos US$ 487,5 millones, indica Magendzo.

Además, la empresa, junto a sus socios en Perú y en Brasil, comenzará este año a materializar un plan de inversiones por US$ 600 millones. Dentro de los próximos meses lanzará 24 etapas de iniciativas en Chile, Brasil y Perú, los que suman 6.021 unidades. De las obras, 11 están en Chile, 10 en Perú (ocho de departamentos y dos de casas) y tres en Brasil.

Apuesta regional

En los últimos 10 años, Paz Corp ha desarrollado 125 proyectos en Chile, equivalentes a 25.000 viviendas. Pero desde 2008, su oferta de viviendas enfocadas en la clase media está también fuera del país, donde hoy se generan 20% de sus utilidades.

Actualmente, tiene tres proyectos en marcha en Perú y cuatro en Brasil. El mayor crecimiento en el corto plazo, estiman ambos ejecutivos, provendrá de Perú, donde son el segundo actor en departamentos tras Graña y Montero, y ya están ampliando su presencia a provincias, con una oferta de casas para la clase media.

En ese país poseen cuatro terrenos para departamentos y dos para casas, uno en Ica y otro en Piura. Asimismo, tienen una promesa por un terreno en Chiclayo y analizan prospectos en Huancayo, Trujillo y Chimbote.

En Brasil, en tanto, son dueños de tres paños en Sao Paulo. Según el gerente general, el negocio internacional irá adquiriendo una importancia creciente para el grupo. De hecho, estiman que el próximo año un tercio de sus ingresos y utilidades se generará fuera de Chile. Explican que han detectado un importante déficit de viviendas en los mercados donde operan y que esto va aparejado con que la población está empezando a bancarizarse y a acceder a créditos hipotecarios.

Según Armas, no está en los planes inmediatos entrar a un cuarto país, como Colombia, adonde están expandiéndose varias firmas locales. “Con este portafolio de dos países estamos cómodos, por lo menos, para los próximos dos años, porque nos dan suficiente demanda. Aunque no descartamos otras cosas”, señala.

Mercado local

Hoy, la firma posee un banco de 21 terrenos. De ellos, 14 están en Chile, cuatro en Perú y tres en Brasil. La elección de los paños es un factor clave para el éxito de un proyecto, destacan, y aunque hay procesos claramente definidos para evaluar las oportunidades que se les presentan, todavía se pide la opinión de Benjamín Paz cuando no hay acuerdo sobre una compra. “El ha tomado un rol más distanciado de la empresa en el día a día, pero cuando queremos una opinión más experta sobre un terreno siempre nos la da, aunque su know how se ha traspasado no sólo a sus familiares, sino al equipo profesional. Y de repente también nos trae terrenos para evaluar”, comenta Magendzo.

Hoy está sobre la mesa una cartera de 40 terrenos para ser analizados. Armas comenta que hay zonas de la Región Metropolitana donde escasean los espacios para nuevos proyectos y que esto ha elevado los precios. Magendzo complementa con que esta mayor dificultad para acceder a terrenos se transforma en una ventaja para las empresas que tienen más experiencia en el mercado.

Durante los últimos meses, el énfasis de cara a los clientes ha estado en mejorar la oferta, con edificios mejor equipados y con más espacios para la vida social. A Armas le parecen muy relevantes datos que arrojó el Censo de 2012 a la hora de proyectar el negocio, como el aumento de las personas que viven solas, por ejemplo.