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La nueva cara del Campus San Joaquín de la Universidad Católica

22/03/2013

  • Su acceso, que ahora es peatonal, tiene parque, ciclovía y vereda para discapacitados. Sin autos, en la UC reina el silencio.

Fuente: La Tercera

Este nuevo pulmón verde incluye una ciclovía, una vereda para discapacitados y dos de adoquines. El recinto quiere convertirse en un campus sustentable y posee zonas con chorros de agua que se recicla y vegetación con bajo consumo hídrico.

Santiago, Chile. 22 marzo, 2013. En el Campus San Joaquín de la Universidad Católica hay un silencio que recuerda otra época. Ya no entran autos por su acceso principal de Vicuña Mackenna y, en reemplazo de la antigua calle local, emerge un parque diseñado por la arquitecta y paisajista Cristina Felsenhardt, autora del Parque Araucano Oriente, hoy Juan Pablo II, en Las Condes.

Este nuevo pulmón verde incluye una ciclovía, una vereda para discapacitados y dos de adoquines. El recinto quiere convertirse en un campus sustentable y posee zonas con chorros de agua que se recicla y vegetación con bajo consumo hídrico. Como el acceso es peatonal, los estacionamientos de autos se instalaron en la periferia del terreno, en calles como Carlos Casanueva.

“El retiro de la entrada de vehículos por la entrada principal es un signo que va en la línea de transformar el campus en un espacio peatonal con mejor calidad de vida para los usuarios”, señala el director de infraestructura UC, Hans Muhr. “Ahora se puede recorrer sin la contaminación acústica, visual y ambiental propia de los autos”, agrega.

Estudiantes que escapan del calor entre los chorros de agua o recorren el sector en bicicleta son escenas que empiezan a hacerse habituales. La ciclovía es ocupada por los más de 1.000 alumnos y funcionarios que se desplazan sobre dos ruedas, buen hábito que bajará la huella de carbono del campus.

Asimismo, se instalaron dos nuevos biciestacionamientos y hay al menos cuatro más proyectados para este año.

Las obras incluyen nueva iluminación de menor consumo energético, papeleros y plazas de suelo duro, donde se instalarán ferias y exposiciones de arte. A su vez, se dispusieron lugares especiales para futuras esculturas.

Finalmente, la vereda para personas con discapacidad es continua y puede ser seguida con un bastón. Baldosas con estoperoles avisan de los cruces con otras calles, avance que forma parte de un plan de accesibilidad para personas con discapacidad.

“El parque tendrá 700 metros de largo cuando se complete su última etapa. En este momento, tiene tres cuartos de ese total y se instala sobre un proyecto anterior de la paisajista Uthe Behm y una serie de árboles plantados en la década del 80 que tienen ya más de 25 años”, apunta Muhr.

La chacra de San Luis de Macul fue donada en 1891 a la Universidad Católica por Honoria Larraín de Gandarillas para crear una escuela agrícola. Pero en los años 60 se emplazó ahí el Campus San Joaquín, idea impulsada por el ingeniero Raúl Devés que provocó debate en su época.

La iniciativa fue criticada en un comienzo especialmente porque hubo un proyecto anterior patrocinado por el decano de la Facultad de Arquitectura, Sergio Larraín, para establecer un campus en Pedro de Valdivia Norte.

Larraín proponía la adquisición de gran parte del fundo Lo Contador, de la familia Martínez, desde Pedro de Valdivia Norte hasta TVN, en ese tiempo el molino San Pedro. Idea que no prosperó.

Finalmente, en 1963 el arquitecto Germán Brandes ganó el concurso del plan maestro y comenzaron las construcciones en el paradero 7 de Vicuña Mackenna.

El más extenso de los recintos de la UC nació en una época en que estos espacios se pensaban como claustros, a la manera de las universidades europeas del siglo XIX. Pero San Joaquín, con una superficie de 50 hectáreas, surge con el concepto estadounidense: una serie de edificios que se reúnen en torno a un gran parque.

Cincuenta y dos años después, la UC reconvirtió la entrada principal en área verde y volvió así a su concepto original. El plan maestro actual se basa en una propuesta del arquitecto Renato Parada, de la década del 90, que da relevancia a la vegetación. Este supone la creación de parques en forma de cruz en la zona central del recinto, cuya primera construcción ya existe y es obra del paisajista Juan Grimm.