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OCDE critica alta segregación urbana de Chile y propone drásticas reformas a la política habitacional

04/03/2013

  • Informe plantea incentivar integración social, crear un beneficio de arriendo y focalizar el subsidio de clase media. Gobierno integrará propuestas a nueva política urbana.

Fuente: El Mercurio

La OCDE muestra que Santiago es la ciudad más desigual entre 30 evaluadas.

Santiago, Chile. 4 marzo, 2013. Los denominados “guetos” urbanos, conformados por blocks con departamentos pequeños, ubicados en barrios sin buena locomoción ni áreas verdes, se hicieron conocidos por representar las falencias de antiguas políticas habitacionales, que privilegiaron la cantidad de viviendas y el bajo precio de los terrenos periféricos por sobre la calidad y la buena ubicación de los barrios.

El surgimiento de esos bolsones de pobreza es, a juicio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), la muestra de distorsiones aún más profundas de la política urbana y habitacional chilena de los últimos 35 años.

En el primer e inédito examen realizado por la entidad desde que Chile fue invitado como miembro pleno, en 2009, la OCDE arroja una mirada crítica sobre el panorama actual de las ciudades del país. Según la entidad, uno de cada 10 chilenos vive en condiciones habitacionales pobres.

“Chile ha sido altamente exitoso en reducir su déficit habitacional, gracias a una política pública ambiciosa. Sin embargo, se ha enfocado excesivamente en la cantidad, sin considerar aspectos importantes para su efectividad a largo plazo, como la calidad, localización y coordinación con políticas de desarrollo urbano, como el transporte y el uso de suelo”, observa el informe. Y añade: “Esto ha tenido como resultado una concentración de la vivienda social en la periferia y áreas lejanas al trabajo y los servicios, sin transporte e infraestructura, y con una alta incidencia de problemas sociales como pobreza, desempleo y delincuencia”.

En concreto, se critica la ausencia de incentivos para fomentar la construcción de viviendas sociales en zonas bien localizadas y las nulas restricciones para que se concentren y se amplíen hacia la periferia.

Así, por ejemplo, la OCDE muestra que Santiago es la ciudad más desigual entre 30 evaluadas, situándola por sobre otras como Londres, París, Lisboa y Milán. En el mismo análisis hay otras siete urbes chilenas, como Temuco, Concepción y Valparaíso.

También observa que la pobreza urbana crece y sitúa a Curicó en el primer lugar de las ciudades con mayor aumento de esta, mientras que Arica es la que más disminuciones logra. “Mientras los niveles nacionales de pobreza han ido disminuyendo desde los años 80, continúan creciendo en ciertas áreas urbanas (…). Esta regresión difícilmente puede ser una buena señal”, se advierte.

La OCDE critica la ausencia de incentivos para fomentar la construcción de viviendas sociales en zonas bien localizadas y las nulas restricciones para que se concentren y se amplíen hacia la periferia.

Propiedad y arriendo

El análisis también aborda el enfoque esencial de la política habitacional chilena, concentrada exclusivamente en la propiedad. Según la OCDE, la modalidad no ha permitido flexibilizar el traslado de las familias que necesiten moverse por nuevos y mejores empleos. Para ello, propone la creación de un subsidio de arriendo, con un mercado de viviendas bien localizadas.

Además, cuestiona el amplio rango del actual subsidio de clase media DS-1, que beneficia la compra de viviendas de hasta UF 2.000. En ese caso, la OCDE es partidaria de focalizar la subvención solo a viviendas de clase media ubicadas en proyectos de integración social, es decir, en barrios compartidos con casas o departamentos para grupos vulnerables.

“Necesariamente el tema de la movilidad es relevante y se debe incorporar. Actualmente el Ministerio de Vivienda está en una fase muy avanzada de diseño de su nuevo programa habitacional de arriendo orientado a segmentos jóvenes y vulnerables. Es el primer paso hacia la implementación de nuevos programas que incorporan el arriendo como una muy buena alternativa para solucionar el problema de la movilidad habitacional y la flexibilidad laboral”, explica el subsecretario de Desarrollo Regional, Miguel Flores.

En cuanto al desarrollo urbano, la OCDE levanta una serie de observaciones a los instrumentos de planificación. Señala que los planes reguladores tienen trabas burocráticas que dilatan su aprobación hasta por siete años, lo que los hace nacer obsoletos. Para ello, proponen seguir un esquema de plazos máximos en cada etapa del proceso, para así delimitarlos.

Además, la OCDE sugiere crear un sistema para que los nuevos proyectos paguen impuestos que ayuden a financiar proyectos de áreas verdes o transporte público para disminuir la congestión.

La jefa de la División de Desarrollo Urbano del Minvu (DDU), Pilar Giménez, anticipa que las conclusiones serán añadidas en la nueva política nacional de desarrollo urbano que elabora el Gobierno.

“Nos llegó en un muy buen momento y nos ha servido para cotejar la opinión de un ente externo sobre nuestro sistema y chequear si las deficiencias que vimos al analizar toda la política urbana coincidían o no con lo que ellos estaban viendo”, asevera.

Proponen eliminar exenciones tributarias

Es una de las propuestas más recurrentes del informe: acabar con las exenciones tributarias a los bienes raíces que establece el DFL-2. Este beneficio, que favorece a cerca de 1,5 millones de viviendas de menos de 140 m2, es visto como un incentivo perjudicial desde la OCDE.

Según el documento, el DFL-2 -que exime el pago de impuestos- no permite que los municipios puedan aumentar su recaudación para financiar obras de mejoramiento urbano y de servicios que las mismas viviendas requieren, sobre todo en comunas localizadas en zonas vulnerables. La OCDE propone que las exenciones tributarias sólo favorezcan a las viviendas sociales y que se establezcan compensaciones para los municipios pobres.

El jefe de la División de Política Habitacional (DPH) del Ministerio de Vivienda, Fernando Fondón, asegura que “es una línea muy interesante de explorar. Si como país mantenemos la exención de contribuciones, entonces el Gobierno central debería compensar a esos municipios”.

Zonas de riesgo

La OCDE destaca los avances de Chile en construcción para enfrentar desastres naturales, como terremotos, pero critica que la definición de las zonas de riesgo esté a cargo de cada municipio. Según la OCDE, debiese existir un mapeo nacional de estas zonas y una asistencia técnica para que los municipios la ejecuten.

Pilar Giménez disiente de la idea: “Ellos no tuvieron la sensibilidad suficiente para pensar en este país, que tiene toda una costa sujeta a maremotos, 500 volcanes activos que tienen al 50% del territorio en influencia directa, además de riesgo de deslizamientos e inundaciones. Quizás eso resultaría en países con riesgos puntuales, pero Chile está casi completamente expuesto a amenazas naturales”, afirma.

Diagnóstico

Faltan incentivos para fomentar la integración social de familias vulnerables y ubicarlas en zonas con mejores servicios.

Los subsidios obligan a vivir en la propiedad, lo que impide acceder a, por ejemplo, empleos en otras ciudades.

Al no pagar impuestos por sus viviendas, las familias de clase media quitan posibilidades de financiamiento a los municipios más vulnerables.

Propuestas

Un subsidio de arriendo permitiría flexibilizar la movilidad laboral de las familias más pobres. Se debe focalizar el subsidio a la clase media en proyectos de integración social.

Las viviendas sociales son las únicas que deben estar exentas de pagar impuestos.

Se debe crear un sistema para que las obras compensen los efectos que generan en su entorno.