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Mercado se especializa: inmobiliarios levantan edificio kosher en sector oriente

01/10/2012

Fuente: El Mercurio

Doña Sara se ubica a pasos de avenida Las Condes, cuenta Alan Guendelman. Antes del rubro inmobiliario, trabajó en Procter & Gamble y en Casa & Ideas.

Santiago, Chile. 1 octubre, 2012. Se trata de una inversión de poco más de UF 500.000 en un proyecto de 44 departamentos en el sector de Avenida Las Condes, cerca de Mall Sport, en Santiago. Un edificio que a simple vista podría ser uno más de los varios que se levantan en el sector oriente de la capital, aprovechando el buen momento del mercado inmobiliario.

Pero tiene una particularidad: se trata del primer edificio orientado a la colectividad judía religiosa, considerando proyectos de venta a público a escala.

¿Sus gestores? La inmobiliaria Delabase, vinculada a Jorge Guendelman, Daniel Salinas y Hernando Arriagada, quienes decidieron embarcarse en este proyecto de nicho, dada la necesidad que vieron en la zona y tras una investigación de mercado en la que tardaron unos 18 meses.

Por ejemplo, está cerca de la sinagoga Aish HaTorah y del Instituto Hebreo.

“Hay una necesidad importante de gente de la colectividad judía, sobre todo la más religiosa. Sobre la base del conocimiento del grupo objetivo se determinaron necesidades especiales. Si bien tenemos compradores que no son judíos, y otros que son judíos no religiosos, tiene características que hacen un producto para gente de la colectividad”, detalla Alan Guendelman, gerente general de Delabase, e hijo de Jorge Guendelman.

La iniciativa cuenta, por ejemplo, con cocinas diseñadas con implementos (lavaplatos, hornos) separados para no mezclar carne y leche, uno de los principios kosher . De los cuatro ascensores del complejo, dos funcionarán en modo automático los sábados, para los residentes que cada semana participan del shabat , período en que respetan un ritual de descanso, que implica no apretar botones o manejar.

También la piscina temperada cumplirá con horarios establecidos y segmentados para que haya espacios sólo de hombres y sólo de mujeres, como lo requiere la usanza religiosa de la colectividad (también contempla horario de uso mixto). Y espacios para pérgolas para la celebración del Sucot (Fiesta de las Cabañas).

Alan Guendelman enfatiza que el proyecto es abierto a toda la comunidad: del orden del 40% de quienes han comprado no son judíos, o no son religiosos. Como sea, el proyecto -que contempla departamentos cuyos valores van entre unas UF 9.000 y hasta las UF 20.000- se vendió como pan caliente, y sólo quedan seis a la venta y la entrega es recién en julio del próximo año.

¿Irán por otro proyecto de este tipo? “Eventualmente, sí”, dice Alan, pero aclara que de hacerlo, se enfocarían en una iniciativa con unidades más pequeñas (140 metros), que fueron los tipos de departamentos que ellos vendieron primero de su proyecto, con gente que incluso quedó en lista de espera, principalmente jóvenes.