Confianza empresarial sigue al alza aunque Construcción da primeras señales de preocupación

• Sólo los sectores Agrícola y Construcción bajaron las expectativas 8,4 y 4 puntos, respectivamente.

Fuente: Diario Financiero

Santiago, Chile. 10 septiembre, 2012. Manteniendo el cambio de tendencia de los últimos meses, el Índice de Confianza Empresarial (ICE), que elabora mensualmente el Centro de Estudios en Economía y Negocios de la Universidad del Desarrollo (CEEN) en conjunto con DF, aumentó 4,5 puntos en agosto y se mantiene en un nivel de “leve optimismo”, destacando el sector industrial que impulsa la confianza.

Los datos tienen relación directa con los buenos indicadores que se observan en el desempeño de la economía local. En julio los indicadores sectoriales publicados por el INE mostraron crecimientos anuales positivos, algunos con tasas decrecientes pero aún así, la economía sigue creciendo a pesar de la crisis externa, por lo que los efectos en Chile de la compleja situación externa parecen hasta ahora limitados.

A ellos se suma que el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) creció en julio un 5,3% comparado con el mismo mes del año pasado, apoyado principalmente en el crecimiento que mostraron en el período las actividades de servicios, comercio y generación eléctrica, según lo informado el miércoles pasado por el Banco Central. La inflación por su parte, registró un aumento de 0,2% en agosto, ubicándose por debajo de las expectativas de los analistas que habían estimado un alza de 0,3% para la inflación en el octavo mes del año.

Con estos antecedentes, se estima posible una disminución marginal de la confianza empresarial para septiembre, liderada por un empeoramiento en las expectativas del sector industrial.

Construcción a la baja


Al analizar el indicador por sector, llama la atención que sólo los sectores Agrícola y Construcción bajaron las expectativas 8,4 y 4 puntos, respectivamente. Este último pasó de estar en niveles de moderado optimismo a leve, dejando de ser el sector más optimista en términos absolutos, condición que se había presentado desde abril, esto pese a que el mes pasado fue la rama con mayor confianza en términos absolutos. Este dato, que no deja de ser preocupante dada la elevada correlación que tiene el ICE Construcción con el Imacon de dos trimestres más adelante, se espera que la caída que ha experimentado la confianza empresarial del sector desde fines del año pasado, comience a manifestarse crecientemente en la actividad del sector durante lo que queda del año. Así, el informe proyecta que el crecimiento anual del Imacon disminuya marginalmente en julio, desde el elevado crecimiento observado en junio (11,6% anual).

Por su parte, el índice de confianza del sector Agrícola se mantuvo en un nivel de pesimismo leve, en una comparación mensual y anual, resultado determinado por la caída de 8,4 puntos respecto a julio. Este leve pesimismo es consecuencia, del menor precio del dólar, que en los primeros diez días de agosto cayó $ 10 adicionales a los $ 20 que ya había caído en julio, para luego estabilizarse cerca de los que $ 480.

Un sector que destacó en la medición del mes anterior fue Minería, rama que en agosto no mostró variación, por lo que permanece en los 8,1 puntos. Lo anterior ocurre porque la confianza del sector está muy relacionada a la evolución del precio del cobre, el que ha caído en los últimos cuatro meses. Así, el informe entregado por la CEEN, agrega que los resultados dentro del índice son muy variados, ya que por un lado seis preguntas presentan retrocesos, como la percepción del número de trabajadores en los próximos tres meses y la proyección de la inversión en maquinaria y equipos, mientras que hay preguntas en las que se mantiene la percepción, como la del nivel de inventario.

Por el lado positivo, la confianza empresarial de la industria y financiero mejoraron sus expectativas, aunque este último solo marginalmente.

Industria es la que presentó el mayor aumento mensual, tras aumentar 11,6 puntos, liderando entre los sectores. Este resultado estuvo determinado por aumentos de más de 30 puntos en las preguntas sobre la situación de la demanda internacional, el nivel de producción, la proyección tanto de la situación del negocio como de la economía y finalmente, la percepción sobre el precio de venta de los productos, lo que compensa las caídas de las preguntas referentes al precio de los insumos y la evolución de la inversión en maquinaria y equipos.