Vivienda anuncia demandas a quienes arrienden, o no usen, casas obtenidas con subsidio

• Vía legal sólo puede ser usada para construcciones entregadas a partir de 2010, cuando se introdujeron restricciones para las viviendas sociales. Catastro del ministerio descubrió que hay 3.857 inmuebles abandonados o arrendados a terceros.

Fuente: La Segunda

Santiago, Chile. 29 mayo, 2012. Tres catastros realizados por el Ministerio de Vivienda (Minvu) entre mayo de 2010 y diciembre de 2011 revelaron una indignante realidad: el abandono o mal uso (arriendo de la propiedad de subsidio a terceros) de viviendas sociales.

La última versión del estudio, que consideró 1.009 proyectos habitacionales, equivalentes a 72.288 hogares, constató que en el país hay 3.857 inmuebles que no son ocupados por los beneficiarios del subsidio habitacional.

Para terminar con esta situación, el Minvu decidió endurecer su política en el tema… incluso exigiendo legalmente la devolución del monto del subsidio.

Para ello, según indicó el ministro de Vivienda, Rodrigo Pérez , ya se ha instruido a los distintos Servicios de Vivienda y Urbanismo (Serviu) de todas las regiones para que tomen las acciones legales -demanda ante el juez de letras competente-, con el objeto de obtener la “restitución del dinero equivalente al subsidio asignado” .

Eso sí, esto sólo se podrá hacer efectivo en los casos irregulares cometidos con subsidios entregados a partir de 2010, ya que en ese año se introdujo una serie de cambios legales que exigen la obligatoriedad de ocupar las viviendas durante cinco años, como asimismo la imposibilidad de arrendarlas por el mismo lapso. También, ahora, se exige una “declaración jurada de postulación” -ante el Conservador de Bienes Raíces- en la cual tiene que constar su condición de vulnerabilidad social el postulante.

“Para aquellas viviendas con subsidios que se entregaron con posterioridad al 2010 y que estén desocupadas o que hayan sido prendadas, ahí se puede pedir la restitución del subsidio independiente de que hayan o no falseado los datos, porque hay obligación de ocuparlas”, explicó Pérez.

Estos dineros restituidos, según reza un oficio de la subsecretaría de Vivienda, se reutilizarán “en los diversos programas de subsidios habitacionales”.

Estas viviendas sociales tienen un costo promedio de UF 600 -unos $11 millones- y los beneficiarios sólo tuvieron que pagar UF 10, es decir unos $220.000.

“Señales lo más claras y duras”

Ahora, según Pérez, el Minvu elegirá una muestra de aproximadamente unos 400 casos para que los servius respectivos empiecen con los procedimientos de investigación ”y acciones que pueden ser para restituir el subsidio dependiendo si se ha escriturado o no la propiedad”.

“Si no se ha escriturado -explica- se iniciará el recurso de revisión e invalidación del subsidio y en el caso de que se haya escriturado la propiedad se va a seguir la acción judicial que persigue la restitución de los dineros”.

En este contexto, Pérez anunció que los servius respectivos tendrán que fiscalizar con posterioridad a la entrega de los conjuntos habitacionales, para verificar la situación de ocupación de los inmuebles. Además se les pedirá a esos organismos que informen mensualmente de los catastros de la respectiva región con el estado de ocupación de las viviendas .

En paralelo, se constituyó una mesa técnica al interior del ministerio con el objeto de evaluar los resultados del último catastro y elaborar un nuevo estudio para detectar las posibles irregularidades y disponer medidas para evitar que sigan ocurriendo.

“Queremos dar señales lo más claras y duras posibles de que nosotros vamos a perseguir estos casos. Cuando uno ve familias muy vulnerables que han trabajado por 10 años para obtener su subsidio y hay otras personas que, o bien no necesitaban la vivienda o adulteraron los datos para obtenerla, es absolutamente inaceptable”, apuntó el ministro.

“No puede ser que algunos que engañen al sistema y que con la plata de todos los chilenos traten de obtener un beneficio que no les corresponde. Eso es gravísimo”, finalizó la autoridad.