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Las calles y accesos que no darán abasto… a días de que abra sus puertas el mall de Sanhattan

25/05/2012

  • “La Segunda” acompañó al ingeniero Louis de Grange a fiscalizar, en terreno, el avance en las obras de mitigación que se le exigieron al centro comercial Costanera Center. Hay algunas, dice, que aún falta terminar y otras que, sorprendentemente, traerán más problemas.

Fuente: La Segunda

Santiago, Chile. 25 mayo, 2012. Junto al ingeniero y doctor en Transportes Louis de Grange , “La Segunda” llegó hasta los pies de la megatorre del Costanera Center. ¿La misión? Constatar el estado de avance de las 22 obras de mitigación que se le exigió a Cencosud para que pueda abrir las puertas de su mall… algo que estaba agendado para este domingo, pero que debió postergarse hasta nuevo aviso, cuando se obtenga la aprobación municipal.

Y eso recién ocurriría a partir de la próxima semana.

El veredicto de De Grange es que el Costanera Center tiene las obras prácticamente listas, excepto por el ingreso vehicular del lado sur (calle Tajamar), donde el proceso, aparentemente, aún demandará varios días de faenas. Lo más preocupante, sin embargo, es que durante la inspección -realizada la tarde de ayer- el experto manifestó que algunos aspectos de la obra, tal como se ven hoy, producirán “nuevos problemas”.

Ya están “casi listos” los accesos para minusválidos, la vereda de 11 metros de ancho por Nueva Tobalaba, la pasarela por Vitacura y la escalera mecánica que conecta con el Metro. Según De Grange, estas dos últimas son claves: “El 80% de las personas que vengan al mall llegarán por el sureste, de comunas como Providencia, Las Condes, La Reina y Ñuñoa. Por eso la escalera del Metro acelerará el flujo. Cuando el Costanera Center funcione, 40% del comercio de la comuna de Providencia se concentrará aquí”, explica.

Una de las medidas de mitigación exigidas por la Seremi de Transportes y que a De Grange le merece más cuestionamientos es la salida del mall por avenida Nueva Los Leones, frente a General Holley. La obra, ya lista, posee dos giros en 90 grados y conecta con una pista del exterior.

“Antes de esta obra aquí los coches que venían desde el sur tenían tres pistas de circulación y podían llegar rápidamente a la Costanera Andrés Bello. Cuando esta vía de salida del mall empiece a funcionar, sólo habrá dos pistas, con las dificultades que eso implica. Además, hay un paso peatonal que también corta el flujo de autos que emerge desde dentro del mall. Los clientes del mall tendrán que esperar mucho para poder salir”, dice.

Los tacos no desaparecen… ¡se trasladan!

Al contemplar el acceso al centro comercial por la costanera Andrés Bello -que ya estaba listo en febrero pasado- el experto mira al poniente y señala el incipiente embotellamiento que ya se comienza a producir.

“Hoy en Costanera Center ya se estacionan 1.100 vehículos. Cuando el mall abra con sus 3.000 estacionamientos, en realidad sólo habrá 1.900 estacionamientos nuevos disponibles. A estas alturas ya toda una pista de Andrés Bello está ocupada por los que quieren entrar. Es cosa de proyectar lo que pasará. Probablemente la fila de autos interrumpa el flujo de Los Leones y, como los conductores siempre buscan espacios, van a empezar a usar una segunda pista a ver si pueden ‘avivarse’ para entrar”, predice.

Ese problema -ironiza “De Grange- permitirá “aprovechar en mejor forma” otras dos obras de mitigación: los semáforos en Andrés Bello (hoy cubiertos con bolsas de basura) y el nuevo puente sobre el Mapocho construido por Cencosud, en donde no se verán grandes aglomeraciones… dado que el “cuello de botella” previo impedirá que los vehículos lleguen hasta ahí.

Al mismo tiempo, el caos llegará hasta la nueva calzada de avenida Nueva Tobalaba, entre Andrés Bello y Vitacura -otra de las medidas de mitigación-, pues, como indica De Grande, esta obra está construida sobre la propiedad del mall y, en la práctica, “va a trasladar los embotellamientos más hacia el sur”, donde se juntan Vitacura con calle Holanda.

En donde confluyen todas estas arterias, el ingeniero De Grande se detiene a contemplar otras de las medidas solicitadas por el Gobierno: la pasarela peatonal que permitirá llegar desde Luis Thayer Ojeda al acceso principal del centro comercial y la tercera pista de Holanda (que significó eliminar los estacionamientos que había junto al ex Hospital Militar). En esos puntos, dice, no tendría que haber mayores dramas.

“Sólo colocaron un paradero más”

Finalmente, De Grange pone atención a las decenas de estacionamientos para bicicletas instalados en la vereda de Vitacura. “Esta es una de las medidas de mitigación más fáciles de cumplir. Pero doy un dato: en el Metro la tasa de uso de estos sistemas es de apenas 8 bicicletas al día. Eso nos da una idea de cuánto va a ser la aceptación del mecanismo: mínima”, afirma.

En ese mismo lugar se aprecia otra modificación vial: el aumento en el espacio para que se detengan los buses del Transantiago: “También fue algo fácil de cumplir. Sólo colocaron un paradero más”.